20 Abr PHILLIPS 6.6., para hacer hablar a los que hablan poco y hacer callar a los que hablan mucho (2ª parte).

La pasada semana descubrimos de cerca de que se trataba esa técnica del PHILLIPS 6.6. que nos permitía aumentar la participación de todos los integrantes de un grupo a la hora aportar ideas para un determinado tema. Además de ello descubrimos las fases de aplicación de la misma técnica y algunos consejos que podíamos tener en cuenta para hacerla más efectiva.

¿Has tenido tiempo de probarla? ¿Has podido sacar tus propias conclusiones sobre la misma? Si es así, seguro que este artículo tiene más significado para ti ya que te permitirá contrastar con tu propia experiencia. Vamos a ver a continuación las ventajas e inconvenientes que puedes encontrar con esta técnica.

VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL PHILLIPS 6.6.

Como cualquier técnica nos encontramos con distintas ventajas e inconvenientes que es importante que conozcamos al detalle ya que esto nos permitirá sacar el máximo partido de la misma e incluso superar con nuevas ideas esos inconvenientes.

Estas serían algunas de las ventajas más importantes que nos ofrece la misma:

Hace hablar al poco hablador.
Hay personas que cuando se hace un brainstorming grupal pasan completamente desapercibidas ya que no les gusta intervenir en público por lo que prefieren quedarse observando y escuchando. Esta técnica nos permite que incluso esas personas más observadoras, aporten sus ideas que por lo general llegan a ser realmente interesantes.

Hace que “el hablador” sea más concreto.
Cuando tenemos en un aula a personas a las que les encanta divagar y escucharse a sí mismas, conseguimos que con la práctica lleguen a ser capaces de concretar ya que un minuto de tiempo bien utilizado da para mucho.

Muchas ideas en poco tiempo.
En tan solo 6 minutos se consiguen tener una gran cantidad de ideas y aportaciones. Además, el hecho de que procedan de todos los integrantes del grupo, hace que las conclusiones finales del mismo sean mucho más ricas.

Ágil y disfrutable.
Es una técnica ágil, eficaz y además muy disfrutable para los integrantes del grupo ya que la capacidad de atender a una persona solo necesita ser sostenida durante un minuto lo que permite seguir todas las aportaciones sin poner tanto esfuerzo de atención por nuestra parte.

Usos muy variados.
Como veremos en el siguiente apartado de este artículo, podemos encontrar numerosos usos de la misma por lo que puede ser aplicada en muy distintos grupos y contextos.

Por otra parte, encontramos ciertos inconvenientes aunque como te mostraremos pueden ser superados con algunas ideas que hemos desarrollado:

A veces cuando ya ha pasado tu turno, se te ocurren nuevas ideas.
Al escuchar a otras personas es muy fácil que vayas conectando con nuevas ideas pero es posible que haya pasado tu turno. En este caso, puedes proponer que después de la ronda de un minuto por persona, dejarás un par de minutos abiertos a nivel grupal para nuevas aportaciones que todavía no hayan salido.

El primero que habla condiciona las respuestas del resto.
Este es un punto muy importante ya que las respuestas pueden girar en torno a las que ha dado el primer miembro en aportar. Por ello es importante crear un orden en el que no empiece a hablar la persona más influyente del grupo. También puedes pedirles que quieres disparidad de ideas, originalidad y creatividad de forma que las ideas sean realmente distintas.

Para algunos temas un minuto sería poco.
En el caso de temas de mayor profundidad podemos necesitar más de un minuto por lo que puedes proponer una adaptación del Philipps 6.6. en el que en vez de un minuto por persona tendrían por ejemplo dos minutos cada uno. En este caso procederíamos de la misma forma pero duraría 12 minutos una ronda completa.

Cuando eres el último te cuesta más hacer aportaciones.
Es cierto que el último tiene la sensación de que le ha “robado” todas sus ideas pero curiosamente esto no impide que aporte algo. Este hecho nos muestra que incluso los últimos en aportar se convierten en más creativos a la hora de aportar alguna información que hasta el momento no haya sido compartida.

Dificultad para encajar grupos múltiplos de 6.
En algunas ocasiones el grupo no permite crear grupos de 6 personas ya que no encaja perfectamente la división. Por ejemplo podemos encontrarnos con un grupo de 15 personas. En este caso podemos hacer una adaptación del mismo y crear tres Philipps 5.5, es decir, grupos de 5 personas que harán el ejercicio en 5 minutos, o incluso en otras ocasiones un Phillips 7.7. Siempre que el número sea cercano a 6, no cambiarán los resultados del mismo.

POSIBLES USOS DE LA TÉCNICA

Como hemos comentado anteriormente, el Phillips 6.6. permite ser utilizado en diferentes contextos y con objetivos muy distintos. A continuación presentamos algunos ejemplos o ideas de situaciones en el aula en las que podría dar buenos resultados:

1. Crear ideas y alternativas variadas: Por ejemplo, para compartir ideas de cómo gestionar su tiempo y sacar mejores notas, para desarrollar una serie de ideas de cómo mejorar el cuidado del medio ambiente o proponer alternativas de la canción a utilizar en el festival de final de curso.
2. Lanzar hipótesis: Por ejemplo, crear hipótesis que expliquen los malos resultados académicos del propio grupo, crear hipótesis de las dificultades que les presenta tu propia clase o hipótesis sobre el futuro de los puestos de trabajo en los próximos años.
3. Tomar decisiones: Por ejemplo, decidir el destino de un viaje a realizar a final de curso, determinar las consecuencias de un error cometido por alguien del grupo o influir en la decisión de quién tiene que ser el delegado/a de los alumnos.
4. Analizar pros y contras: Por ejemplo decidir las ventajas e inconvenientes de organizar el aula de un modo u otro, pros y contras que encuentran en sus puestos de trabajo presentes o futuros, o ventajas e inconvenientes que puede tener una metodología de formación que propone el docente en clase.
5. Contrastar sus puntos de vista: Por ejemplo su opinión de un tema de actualidad que ha surgido ese día, su punto de vista respecto a la forma de enseñar y evaluar del propio docente o su opinión sobre un cambio que vaya a tener lugar en el grupo.

Como ves, podemos encontrar muchos más usos de esta técnica y cientos de ejemplos y situaciones en las que nos permitiría recoger de forma realmente ágil numerosas aportaciones de todo el grupo con el que estamos trabajando.

Igual empieza a ser hora de rescatar el Phillips 6.6., una sencilla técnica realmente potente.

¿Experimentamos?

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Reme es una de esas atrevidas aventureras, de las que luchan por los sueños, una de esas apasionadas que nunca tira la toalla.