07 Jul Lo que nunca te contaron…
Estoy casi segura de que no te lo contaron. A lo mejor no te ocultaron esa información adrede, puede ser que ni ellos mismos se habían dado cuenta de lo que tenían entre manos. Pero justo lo que se dejaron por contar, es lo que puede marcar la diferencia, es justo ese punto que te puede hacer un maestro, un profesor, un entrenador o un formador único y especial.
Realmente yo tuve mil opciones de que uno u otro me lo contase, pero no hubo forma. Recuerdo a la mayor parte de profesores que tuve en mis clases de Magisterio, pero ni “mu”. Venían a la clase, nos transmitían sus conocimientos de Didáctica, de Educación Física, de lengua, de psicología del desarrollo, inglés o matemáticas, nos hacían copiar y copiar lo que sus voces emitían, nos lanzaban alguna pregunta, nos decían que iba a entrar en el examen o no y después se iban. Tan simple.
Pero ninguno de ellos nos contó el gran secreto…
¿QUÉ SE DEJARON EN EL TINTERO?
Ninguno de ellos nos contó que lo que íbamos a tener ante nosotros serían seres humanos y no “simples alumnos”. Personas con sentimientos, con experiencias vividas, con ilusiones, con miedos, con habilidades, con ideas de sí mismos, personas con unos valores u otros, personas con una riqueza increíble.
Ninguno de ellos nos contó que tendríamos que buscar siempre la individualidad. Que tendremos que recordar que cada uno de esos seres humanos es diferente a otros seres humanos a los que hemos conocido antes y que esa singularidad nos obliga a comunicarse con cada uno de una forma, a ofrecerles diferentes formas de motivación, a evaluarles de forma distinta, a hacerles sobresalir como ser humano único, especial e irrepetible.
Ninguno de ellos nos contó que lo que digamos en cualquier momento puede tener un impacto increíble, para bien y para mal. Que cada palabra puede moverles y hacerles sentir afortunados por haberse cruzado con nosotros o puede desgraciarles sus vidas. Que esas palabras serán escuchadas (aunque a veces no lo parezca), serán procesadas, recordadas y posiblemente marcarán el trascurso de su vida.
Ninguno de ellos nos contó que tenemos la oportunidad de hacerles aprender de su pasado, fuese el que fuese. Que cada experiencia que hayan vivido, puede aprovecharse para sacar de ella todo su jugo, aprendizajes, habilidades y recursos que les puedan ser útiles en su día a día.
Ninguno de ellos nos contó que podemos enseñarles a disfrutar del presente, a sentir que es lo único cierto que tenemos. Que podemos hacerles sentir, oler, mirar, escuchar, tocar, observar, conectar con todo aquello que les rodea. Que podemos conseguir que disfruten del aquí y el ahora, que sientan en el momento, que conecten con todo lo que les rodea, con las personas, con los espacios, con su propia respiración y consigo mismos.
Ninguno de ellos nos contó que íbamos a tener la oportunidad de darle una vuelta de tuerca a su futuro. Que podemos construir con ellos planes para conseguir sus objetivos, ayudarles en sus primeros pasos para hacer realidad sus sueños, y cambiar su desilusión en algún momento por opciones de futuro.
Ninguno de ellos nos contó que nos convertiríamos en ejemplo de esos seres humanos. Que nos observan cada vez que estamos ante ellos, que nos analizan, y que en muchas ocasiones nos copian. Que seríamos modelos profesionales, modelos de vida, de valores, modelos de habilidades, modelos de lo que quieren o no quieren en sus vidas.
Ninguno de ellos nos contó que habría días que te parecería incluso injusto que te pagaran. Días en los que disfrutamos tantísimo de nuestra profesión que pagaríamos nosotros por lo que estamos haciendo. Días en los que sientes que tienes la mejor profesión del mundo, días en que un brillo de ojos, una sonrisa de agradecimiento o la superación de cualquiera de esos seres humanos, tiene más valor que cualquier sueldo que nos pueden dar. Días en que sin duda piensas que ser profesor, maestro, formador o entrenador es la mejor decisión que has tomado en tu vida.
Igual te pasó como a mí, que ninguno de ellos te lo contó, pero si quieres me ofrezco yo misma a contártelo, a compartir contigo todos y cada uno de mis secretos.
Me apasiona pensar que con todo esto que no nos contaron podemos crear un impacto increíble en la vida de otros seres humanos…
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