08 Mar ¿Por qué no cambiar un examen de fecha?
¿Por qué no cambiar un examen de fecha?
¿Te ha ocurrido alguna vez? ¿Alguno de tus alumnos te ha pedido que cambies la fecha del examen? No me refiero a que a uno de ellos le cambies el examen por temas particulares (un resfriado, un problema familiar, un viaje, un suceso inesperado). Me refiero más bien a ese tipo de situaciones en las que llega uno de ellos con la frase de “he hablado con toda la clase y nos gustaría que en vez de hacernos el examen hoy viernes, nos lo hagas el lunes. Seguro que te da igual porque es un día antes o un día después y eso no cambiará mucho el tema para ti pero sí para nosotros que vamos completamente saturados de exámenes”.
¿Has vivido esta situación? Posiblemente si trabajas en secundaria o bachiller la habrás presenciado más de una vez. Incluso es posible que fueras uno de esos alumnos que pedían o “sufrían” estos cambios.
No sé cuál habrá sido tu respuesta hasta este momento pero ojala que lo que te planteo en este post te haga reflexionar al respecto.
UN EJEMPLO REAL
Durante mi etapa de estudiante en el instituto, yo era de esas alumnas que por necesidad aprendió muy rápido a gestionar su tiempo para sacar el máximo partido por lo que cuando el profesor cedía a estas peticiones “nos sancionaba a unos pocos por ser organizados”.
El hecho de la justificación de mis compañeros de “si tú ya has estudiado, te tiene que dar igual porque ya te lo sabes, no seas egoísta y piensa en nosotros” parecía coherente para ellos pero para mí no lo era en absoluto. Yo tenía que pensar en ellos, ¿pero quién iba a pensar en mí? Para que entiendas mi situación ( y seguro que la de alguno de tus alumnos habituales…) te contaré que mi capacidad de organizarme procedía de varios puntos clave:
- Mis padres no podían pagarme repasos por lo que si quería aprobar el curso tenía que hacerlo por mí misma, sin ningún tipo de ayuda. Esto me llevaba a intentar ir muy al día con mis deberes y estudios.
- Entrenaba y jugaba al baloncesto por lo que necesitaba organizarme bien para que mis padres no me quitaran una de las aficiones con las que más disfrutaba.
- Cuando llegaban los fines de semana, en el poco tiempo extra que me quedaba tenía que trabajar de camarera y el resto, esas pocas horas de más, eran para mínimamente descansar y coger fuerzas para la semana.
Para mí era una motivación muy potente quitarme un examen el viernes y dejar libre mi cabeza de estudios y agobios para poder dedicarme a trabajar, a competir a baloncesto y a disfrutar mínimamente de la vida. Si cambiaban un examen para lunes, continuaba estudiando porque un alumno responsable siempre tiene la sensación de que podría saber más del tema.
Conclusión: si lo cambiaban para el lunes tenía que dejar de lado mi disfrute y mi descanso.
Posiblemente te preguntes por qué no daba mi opinión, pero es que en ese momento, a esa edad, con las habilidades que tenía, llevaba mal que por el simple hecho de dar mi opinión se me tachara de egoísta, de empollona y que solo por eso se te excluyera del grupo.
LA NECESIDAD DE PONER LÍMITES
Después de ponerte este ejemplo real (y personal) sobre los cambios de examen, mi punto de vista es que esto no se debería de convertir en un punto a decidir entre alumnos sino que creo que es una responsabilidad del propio docente. Considero que al inicio del curso es muy importante definir estos límites y dar una explicación o por qué de los mismos. Te doy algunas indicaciones por si te sirven de inspiración:
“Chicos y chicas, yo seré uno de esos profesores que no cambiarán bajo ningún concepto (quitando situaciones personales de mucha gravedad) las fechas de los exámenes y os doy mis por qué para que entendáis esta decisión:
– No cambiaré la fecha porque os haría un flaco favor: necesitáis aprender a autogestionaros y si os voy cambiando la fecha, continuaréis exigiendo más y más cambios de estos límites.
– No cambiaré la fecha porque sería una forma de sancionar a esos compañeros de clase que se hayan estado preparando. Es más, no será una cuestión de votación porque para mí el simple hecho de que uno de vosotros se haya preparado, es motivo suficiente de dedicarle todo mi respeto a su tiempo.
– No cambiaré la fecha porque cuando salgáis al mundo del trabajo os pondrán límites, fechas, plazos inamovibles por lo que veo que es muy útil entrenaros desde ya.
– No cambiaré la fecha porque dilataréis el estudio de una materia y os haré perder horas o días que no recuperaréis en ningún otro momento de vuestra vida.
– No cambiaré la fecha porque os aprecio de verdad, aprecio vuestros esfuerzos y vuestro tiempo, vuestras capacidades de aprendizaje y seguro que esto os supone un reto desde el que podéis aprender a autosuperaros.
Y añado algo más: Si alguno necesita mi apoyo, mi ayuda o lo que sea para aprender a autogesitonarse mejor, que me lo pida y daré lo máximo de mí misma para hacerlo posible.
Sé que a largo plazo, ponerles este límite puede darles mucho más potencial de desarrollo que el que habrían alcanzado con mis cesiones para ser un “profe NICE”. ¿Te atreves a ponerles límites?
Reme Egea
Maestra de Educación Física, Formadora en Habilidades Directivas y Gestión de Equipos, Psicóloga, Creadora del proyecto Train The Trainers, Conferenciante, consultora y socia de Proformación S.L.
Reme es una de esas atrevidas aventureras, de las que luchan por los sueños, una de esas apasionadas que nunca tira la toalla.
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