09 Nov ¿Y si dieras más de lo que se espera de ti?
¿Te has planteado alguna vez qué sucedería si dieras más de lo que se espera de ti?
Seguro que has firmado un contrato de trabajo en el colegio, empresa o entidad de la que formas parte como maestro o formador. Seguro que tienes una serie de tareas y responsabilidades muy bien definidas por las que te pagan. Seguro que aun así das algo más de tu tiempo, de tu vida y tus recursos pero…¿crees que todavía podrías dar más?
Aquí te planteo algunas de esas formas con las que puedes dar a tus alumnos algo más de lo que esperan de ti…
1- Quedarte unos minutos al acabar la clase para explicarle a un alumno algún apartado, algún detalle o cualquier cosa que no ha entendido de tu materia.
2- Preocuparte por un tema personal que tiene ese alumno y que de algún modo le tiene preocupado en las clases y buscar formas de ayudarle.
3- Dedicar parte de tu fin de semana a preparar una clase diferente, con novedades, con elementos inesperados, con sorpresas que no imaginan.
4- Despertarte en mitad de la noche pensando en cómo integrar a ese alumno que se ha quedado un tanto apartado del grupo, de forma tan sutil que el resto no lo note.
5- Utilizar tu pausa de comida para aproximarte a ese alumno complicado que no sabes cómo ganarte y simplemente hablar de cualquier tema con él.
6- Llegar antes de la hora para recibirles uno a uno con un “buenos días” o un “buenas tardes”.
7- Tratarles como seres únicos, especiales e irrepetibles pero sobretodo hacérselo saber con palabras.
8- Aprovechar la hora del patio o el café (si tenemos alumnos adultos) para conocer sus aficiones, sus gustos, sus pasiones o sus sueños.
9- Apostarte con uno de ellos una merienda que sabes que vas a perder por el simple hecho de hacer que se supere a sí mismo.
10- Superar la barrera de la relación profesor-alumno y sentir que se empieza a crear una bonita amistad.
11- Sentir que le aprecias, que le quieres, que sientes cariño por ese nuevo ser humano que forma parte de tu vida.
12- Reírte de un chiste sin ningún tipo de gracia porque sabes que ese alumno necesitaba hacer reír a alguien.
13- Pensar que esa frase de «das la mano y te cogen el brazo» es una tontería y pensar que continuarás dando todas las manos que haga falta.
14- Invitarles a una tarta de chocolate con galletas con la excusa de que es tu cumpleaños.
15- Dejar que se te escape una lágrima cuando uno de ellos ha compartido con el resto o contigo algo que te conmueve.
16- Reírte a carcajadas de uno de tus errores o equivocaciones delante de ellos.
17- Buscar una información para uno de ellos por el simple hecho de que sabes que tiene que ver con una de sus principales aficiones.
18- Felicitarle el día de su cumpleaños aunque sea en privado.
19- Preguntarle qué tal le fue su fiesta, o si viaje o cualquier evento que ese alumno valore como especial.
20- Regalarle unas palabras de reconocimiento que no olvide en toda su vida, palabras reales, que le lleguen y que queden completamente gravadas en su interior.
Sé que en nuestros contratos no aparecen estas 20 clausulas. De hecho es mejor que así sea porque cumplir por cumplir cualquiera de ellas sería un tremendo error. Pero si tienes la suerte de que te nazca una de ellas, dos, tres o incluso todas puedes recibir mucho más de lo que crees a cambio. Si me he encontrado a alguien agradecido en la vida, son los propios alumnos. Tengan la edad que tengan son capaces de valorar cualquier acción de más que se realizó con ellos.
Aquí tienes 20 formas distintas de hacerlo pero seguro que puedes encontrar muchas más…
Reme Egea
Maestra de Educación Física, Formadora en Habilidades Directivas y Gestión de Equipos, Psicóloga, Creadora del proyecto Train The Trainers, Conferenciante, consultora y socia de Proformación S.L.
Reme es una de esas atrevidas aventureras, de las que luchan por los sueños, una de esas apasionadas que nunca tira la toalla.
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