06 Jun 10 Ideas de cómo los padres pueden acercarse a la escuela
Hace un par de semanas vimos la labor tan importante que tiene la escuela (o más concretamente el docente en sí mismo) a la hora de acercarse a los padres. En este post, veremos la otra parte del camino, es decir, como los padres pueden ponerse en acción para acercarse al docente de sus hijos y así crear una educación mucho más rica para ellos.
Aquí te dejamos unas cuantas ideas para que puedas activarlas como padre o madre:
1. Reconoce el trabajo bien hecho del docente: es muy habitual que el docente de tu hijo o hija, tenga puntos de mejora como cualquier ser humano pero seguro que también destaca en ciertos aspectos que benefician a tu hijo por lo que es útil que se lo hagas saber. Es posible que tu hijo haya superado ciertos retos con su intervención, o que tenga ciertas habilidades que le hacen destacar o que incluso tu hijo cuente maravillas de su docente, sea como sea, hazle saber todos estos aspectos positivos que sin duda lo harán estar más motivado/a.
2. Asiste a los encuentros con el profesor puntualmente: intenta cuadrar tu vida a la hora de estar disponible para reuniones, entrevistas, etc. que el docente quiera mantener contigo. Será una forma de decirle que respetas su tiempo, su trabajo y que te importa cualquier tema que tenga que ver con tus hijos.
3. No llegues con actitud beligerante: es muy habitual que en situaciones en las que se van a tratar algunos problemas que presenta el niño en los estudios, se llegue con una actitud un tanto defensiva. En ese tipo de situaciones es mucho más útil al inicio, investigar, preguntar y ver la visión del docente antes que empezar con ataques que solo llevarán a una discusión y no a la búsqueda de soluciones.
4. Háblale bien a tu hijo de su docente: es muy habitual que el padre o la madre ante una situación desafiante con el docente, le den toda la razón a su hijo con lo que le quitan autoridad al docente. Esto puede ser problemático ya que el niño, con toda la contundencia que le transmiten sus padres, puede llegar a enfrentamientos con el propio docente. En este tipo de casos, es mucho más útil que el padre comparta con el docente de forma privada aquellos aspectos en los que no está de acuerdo antes que darle alas a su hijo para que acabe rebelándose contra el docente.
5. Ante un problema, asume tu parte de responsabilidad: cada vez que ocurre un problema en el contexto escolar se intenta rápidamente buscar culpables y esto no suele llevar a soluciones útiles para el niño. En estas situaciones es imprescindible partir de la idea de que todas las partes hemos contribuido de algún modo a que se cree esa situación problemática por lo que si asumes una parte de responsabilidad también motivas al docente a asumir su parte y con ello es más fácil encontrar soluciones.
6. Atiende a los puntos fuertes del docente: nadie es perfecto pero parece que en algunas situaciones escolares acabamos atendiendo sobretodo a aquello que no nos gusta de la persona que tenemos delante. Para ser más realistas es útil buscar los puntos en los que destaca el docente de forma que tengamos una visión más cercana a la realidad.
7. Crea y potencia canales de comunicación: intenta desarrollar canales de comunicación con el docente ya sea de forma presencial, a través de reuniones, mail o incluso vía wasap. Facilítale al docente tus preferencias en canales de comunicación para que ante cualquier situación pueda localizarte con facilidad y así compartir las necesidades educativas, emocionales, de aprendizaje, etc. que pueda tener tu hijo.
8. Pídele su opinión, consejos, puntos de vista sobre temas educativos: el simple hecho de pedirle la opinión a un profesional, hace que éste se sienta valioso, respetado y de alguna manera valorado. No me refiero a temas que tengan que ver directamente con la escuela sino sobretodo con temas que hagan referencia a la educación que después se comparte en casa.
9. Practica viejas costumbres: hay viejas costumbres que poco a poco se van perdiendo pero que podría ser útil recuperarlas. Recuerdo que cuando era pequeña una de las formas en las que mi madre agradecía el trabajo de mis profesores era con una caja de bombones al finalizar el curso, o unos turrones en navidades o incluso una botellita de vino en un momento en el que te había ayudado el profesor. Sé que son pequeños detalles, simples, pero una forma muy cercana de decir “gracias”.
10. No pierdas nunca de vista el objetivo número 1: si algo tienes que tener en cuenta en todos y cada uno de estos acercamientos es que la razón de la educación es solo una: tu hijo, su educación y sobretodo su felicidad. ¿Por qué no contribuir activamente a ello?
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Reme Egea
Maestra de Educación Física, Formadora en Habilidades Directivas y Gestión de Equipos, Psicóloga, Creadora del proyecto Train The Trainers, Conferenciante, consultora y socia de Proformación S.L.
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